Cada vez que Maite quiere saber algo de sus cuquitos, tiene que ir a ver a Teo y hacerle uno de sus famosos masajes con final feliz. Doña Fina para vengarse un poco de la Cuqui después del rapapolvo que le echó en el portal, la vieja maldita para vengarse de ella, ha repartido por todo el barrio unos panfletos con el siguiente texto: ‘Maite la zurrasardinas. Famosa demostrable. Pajas a domicilio’, y con el teléfono de la Cuqui. Y enseguida le empezaron a llamar preguntándole por el servicio. Primero no sabía qué hacer para que la dejaran en paz, pero después se le ocurre una gran idea para montar un negocio en el local de al lado de Coque: un salón de masajes holísticos y orientales o como lo llama Fina: un sitio de pajas.