Lola estaba trabajando como vendedora en un sex shop cuando, un día, el encargado le propuso sustituir a una bailarina de striptease que no había podido acudir ese día. Ella, aunque reticente al principio, lo aceptó al ver lo que le pagaban. Pero cuando Fermín y Menchu acudieron a la tienda la vieron en su nueva ocupación y se tiraron de los pelos. Se chivaron a Javi y se lió parda.