Fina está que trina con Antonio Recio. No le perdona que le haya secuestrado a su gato Benito, así que no tiene otra que asesinarle. Menchu pilla a su compañera de piso mirando cosas de mecánica de los camiones, quiere estropearle los frenos al pescadero. Cuando coja el camión, se va a estrellar con él.
Pero en vez de cogerlo el Recio, lo cojo Clarita. La manda a hacer un reparto de pescado, y en una de las curvas no le funcionan los frenos y se estrella. Antonio en lugar de preocuparse por su empleada, está más preocupado en su camión.
La vieja maldita no se dará por vencida e intentará envenenarlo con las pipas de manzana (que tienen cianuro). Fina lleva muchos años guardándose las pipas para no levantar sospechas, ahora solo tiene que meter ese veneno en las albóndigas del Recio.