Enrique intenta que Alba vuelva a confiar en él, pero cuando están en casa de Berta reconciliándose aparece Antonio. Para que el mayorista no les pille juntos, Enrique se lanza por la terraza. Pero tranquilos, que ha dejado la pérgola echada… ah, no, Coque la ha quitado. La historia acaba en, como diría Antonio, hostia terrible.