Tras aprobar en una junta clandestina que van a investigar a doña Fina porque creen que esconde algo, Yoli y Clarita se ponen manos a la obra para encontrar alguna pista. Menchu se encarga de distraer a su amiga en el bingo, las primas solo se tienen que colar en la casa y buscar cualquier cosa que la relacione con la expropiación. El Recio está seguro que hay alguna relación con Germán Palomares.
Yoli y Clarita encuentran una factura de teléfono con un número al que sospechosamente no para de llamar. La costurera va a utilizar sus influencias con el subinspector para sacarle a quién pertenece ese teléfono.
Tras decirle el ex de Clarita que ese número está ubicado en un pueblo, Menchu, Yoli y Clarita cogen el coche y van a ver qué encuentran allí.
Y es un lugar bastante inhóspito, un coto de caza en el que hay como una casa abandonada. Las Morcillo, sin pensárselo dos veces se cuelan y descubren a un hombre secuestrado allí...