Fermín es un empotrador nato, ninguna mujer se le ha podido resistir (y eso lo sabe todo el mundo). Ahora está aburrido en su matrimonio con Vicente, así que decide tener una nueva amante, y la que más le gusta en Montepinar es Berta. Y no va a dejarla tranquila hasta que lo consiga: hasta le escribe una carta de amor. Cuando la encuentra Berta, la deja en el buzón de Fina. Y esto va a dar lugar a una gran confusión para la señora. La vecina más molesta le va a escribir otra carta para que queden en un hotel.