A Fermín y Vicente se les está apagando la llama del amor, ya no hay esa pasión y la convivencia se va agotando poco a poco. Por eso, para recargar las pilas y salir del caos de Montepinar, los dos han decidido coger la nueva caravana de Coque y darse un viajazo por Cuenca. Lo que pasa es que no saben utilizar bien el GPS, tampoco conocían las estrechas calles de la ciudad y, por supuesto, no sabían que iban a destrozar la caravana con tanto pivote.