El hijo de Fina ha contratado a la sobrina de Menchu para que cuide de su madre (después de despedir a Amador). Pero entre ellas no hay buen rollo. Clarita no aguanta a la vieja maldita y viceversa: la baña contra su voluntad, no la deja tomar copazos, le da purés que no le gustan, no le deja tirar agua por la terraza… le hace la vida imposible en su casa. La sobrina de Menchu quiere hacerlo muy bien porque quiere impresionar a Diego.