A la Chusa le gusta Bruno, pero él no se entera. Está harta de tantas sutilezas y decide insinuarse de una manera que no pueda dar lugar a las dudas. Así que le prepara el desayuno, se desnuda… ¡y se mete en su cama! Lo que no se espera es que ya hay una mujer con la que Bruno ha pasado la noche…