Rogelio, el hermano de Teodoro y Amador, le dijo a Antonio que había ocultado miles de euros en la parroquia en la que trabajaba. Doña Fina escuchó la conversación y convenció a Teodoro para ir a por el botón. Boicotearon al mayorista y lograron llegar al destino los primeros, pero una vez allí la cosa se complicó... y mucho.