Bruno ya no sabe qué hacer, ha dejado de tocar pero todavía no encuentra cómo encauzar su vida. Quien sí que le puede ayudar en este momento es el espetero playero: “Enséñame a echarle morro a la vida”, le pide. Fermín acepta y se van juntos de fiesta a la discoteca de dj Theo (eso sí antes roban un coche). Una vez allí la cosa se complica, el pianista loco intenta ligar con una chica y acaba pegándose con el novio de esta. Pero la noche no acaba ahí, Bruno se viene arriba y le hace un calvo a la policía (completamente borracho).