Tras desatarse la crisis del papiloma humano en Montepinar, hay alguno que otro que no está dispuesto a hacerse la prueba. Ese es el caso de Amador. Pero la ‘chupipandi’ no está dispuesta a que el Cuqui se vaya de rositas, tiene que hacerse el test. Las chicas, lideradas por Maite, van a ir a convencer a Agus para que las ayude. Solo le tiene que meter un bastoncillo en el salami para tener una muestra y ya está. “¿Pero cómo le vais a hacer eso al pobre?”, les dice Agustín, de pobre nada, “si va repartiendo virus a lo loco”, le contesta la Cuqui.
Al final le convencen, pero lo que pasa es que ya no vive ahí, le ha alquilado el trastero. Las chicas no van a desistir, Agus por la noche les va a abrir la puerta y ellas se van a encargar de tomar la muestra.
Una vez allí, encuentran a Amador tirado en la cama tras una noche de fiesta. Y lo que parecía fácil, al final se les complica porque ninguna quiere meterle el bastoncillo. “Agustín hazlo tú”, le piden desesperadas. Como era de esperar le toca a Agus hacerlo, y lo va a hacer de una manera muy profesional: guantes, mascarillas y gafas. Cuando parece que ya lo tenía, le empieza a dar mucho asco y se cae encima de Amador. Pero se cae muy malamente: ¡Le clava todo el bastoncillo en el salami!
El dolor es tal que tiene que ir a urgencias para que le saquen el palillo. Al día siguiente entra en casa de Enrique para pedirle explicaciones, por su culpa le han hecho ese estropicio en el salami.