Amador viaja en su descapotable con tres desconocidos que se la lían parda

Amador ha encontrado trabajo como animador de cruceros, pero para ello tiene que irse a Barcelona. Como no tiene dinero para gasolina, decide que lo mejor es recurrir a la aplicación ‘Charlacar’, en la que varios viajeros desconocidos comparten los gastos del viaje. El trayecto es de lo más accidentado y, cuando paran a respirar aire fresco en una gasolinera, todo se desmadra: gritos, reproches, ‘merengue merengue’… ¡y hasta un atraco!
