Menchu está preocupada por la salud de su hija Yoli, que ha cogido mucho peso en este tiempo. Tras su último batacazo amoroso, Yoli parece estar dispuesta a ir a una clínica de rehabilitación para curar su adicción a la comida así que Menchu pacta una entrevista para intentar recaudar fondos que le paguen a Yoli la clínica. Sin embargo, un encuentro en directo hace que Yoli se replantee las cosas.
Menchu obligó a ir a Yoli a la entrevista e hizo un discurso contra las instituciones. "Estamos viviendo un drama grandísimo, no le quites importancia. La depresión mórbida es culpa de esta sociedad. Todo tiene azúcar, hasta el jamón york. Nos han convertido en 'yonkis'. Primero nos envenenan y luego hacen negocio con las cosas light, que tienen diez calorías menos y cuestan el triple", denunciaba.
A continuación, anunció cuál era la presunta fundación de Yoli, 'La Fundación Morcillo, por si te sobra algún kilillo' para curar su sobrepeso, ya que el Estado le había denegado una pensión de invalidez .
Pero con lo que Menchu no contaba es que en la entrevista aparecería Manoli Prieto, presidenta de la Fundación Oronda. "Defendemos la revolución de la grasa y el fin de la gordofobia", explicaba. Manoli adora su cuerpo y no necesita cambiar nada.
El discurso estaba calando y aguando los planes de Mechu, que salió del paso con un comprometido reto para Yoli: ir andando desde Madrid hasta Barcelona. Pero, una vez más, los planes de Menchu no han salido como ella esperaba.