Antonio Recio sale de la cárcel en el comienzo de esta nueva temporada de ‘La que se avecina’ y en su salida del centro penitenciario se encuentra con Berta, a la que lleva mucho tiempo sin ver, y la que le da nuevas noticias que no le gustan nada. Por ejemplo, que tuvo que vender su coche y que ha comprado un bajo interior.
La pareja se funde en un intenso abrazo y él no le quita el ojo al bocadillo que ella le ha preparado para su salida. “¿Dónde está mi coche?”, pregunta él al no verlo y Berta le afirma que “ha tenido que venderlo”. Así que ambos tienen que coger al autobús para ir a conocer su nueva casa: “Estaba sin un duro, mientras tú estabas sin hacer nada yo lo he pasado fatal”, replicaba Berta ante las quejas de su marido.
“Estaba sobreviviendo, no sabes la gentuza que hay ahí dentro. Me ha ninguneado, lo mío fue un crimen político, hombre. ¿Por qué no me metieron en el módulo de Mario Conde'?”, le explica el Recio a su mujer.
Mientras, Antonio demuestra en el trayecto que poco ha cambiado: tiene su primer conflicto con una mujer mayor que va con él en el autobús y a la que no quiere cederle el asiento. “¡Llevo un año y medio en la cárcel y soy muy peligroso!”, se justifica.
Pero esto no se queda aquí, Antonio tiene que conocer la nueva vivienda en la que va a vivir con su mujer en ‘Contubernio 49’: “Qué señorial”. “Pero si es una cueva”, reacciona al entrar a su casa. Y aunque la primera reacción no es la que cuenta, él no se espera la sorpresa que va a tener en casa al llegar: su suegra vive con ellos. “A mi madre le dio un ictus, me la tuve que traer a vivir con nosotros”, le explica Berta. Él no se lo toma del todo bien.