Antonio Recio ha salido de la cárcel y ya está en casa con Berta, en el nuevo edificio de Contubernio 49. Durante su ausencia han pasado infinidad de cosas que no le han gustado. Ahora, por ejemplo, viven en un bajo y con la madre de Berta. Pero no es lo único que le ha ocultado su mujer.
Fermín Trujillo ha llamado a la puerta de Berta para repetir lo que parece que ha pasado entre ellos todos estos meses. “¿Qué haces?”, le pregunta ella, pero él insiste en tener un ratito de amor con ella. “Para, Antonio ha vuelto. Esta historia se ha terminado”, le dice Berta.
Ante la insistencia de Fermín, ambos terminan tumbados en la cama y en este momento Antonio entra en casa, lo que les hace levantarse de un salto e intentar que no se entere de la presencia de Trujillo en la casa.
Berta hace que Fermín se meta debajo de la cama e intenta que su marido se tumbe un rato en la cama cuando llega estresado con todo lo que está viendo al llegar a su nuevo edificio: “Son muchas emociones, toda adaptación tiene un proceso”. Y mientras mantienen esta conversación, Fermín intenta que no le pillen.