Cuando Jorge Branger tenía 17 años, su vida dio un giro radical. Se metió en el mundo de la noche y el ocio nocturno: tenía copas y fiesta de manera ilimitada y eso “denotó en una espiral de malos hábitos, comía a destiempo y salía de fiesta hasta seis días a la semana”.
Una noche, sufrió un ataque de pánico que derivó en un cuadro de ansiedad. Decidió cambiar de vida: pasó de los malos hábitos a acercarse al mundo espiritual. Se dedicó a ser emprendedor en serie y ha montado varias empresas.
Esto le ha hecho ganar mucho dinero, es independiente desde los 19 años: “No soy mucho de lujos, pero me lo podría permitir. El dinero lo que me ha dado es accesibilidad a gente y experiencias extraordinarias”. Ahora tiene 25 años.
Forbes le ha reconocido como uno de los dueños del marketing digital, pero para Jorge “el dinero nunca ha sido mi mayor propósito o pasión, ha sido una consecuencia al trabajo y la ética. Pero no siento más feliz por la economía que tengo”, cuenta.