Las parejas que se han atrevido a probar ‘La Última Tentación’ no sabían que lo iban a hacer de la mano de las personas con las que tienen cuentas pendientes tras su participación en ‘La Isla de las Tentaciones’. Así que uno de los reencuentros más incendiarios de la noche sin duda es el de Marta Peñate y Lester Duque, que, tras once años de relación, pusieron punto y final a esta en la segunda edición del programa.
Meses después y ambos ya con parejas distintas, se vuelven a ver las caras en la misma hoguera donde se dijeron adiós como pareja. Lejos de un saludo cordial, Marta Peñate entraba en escena haciendo alusión a uno de los momentos más recordados por los espectadores: “Hola. Lobo, Pinocho, Mayka, ¿qué tal?”. Lester no se quedaba ahí y llamaba ‘Gepetta’ a su ex, contraatacando ella diciendo ser su creadora.
Algo que la canaria tiene claro, pues no tarda en reprochar que, si Lester está en el programa, claramente es por ella y no se queda ahí; Marta asegura estar de vuelta por una razón: “Vengo a ver si conseguimos aquí calmar un poco las aguas, pero por su parte. No para de opinar sobre mi relación actual”. Además, la canaria lanza una clara advertencia: “Yo podría opinar de la tuya, y tendría mucho que opinar de tu relación con Patricia y no lo hago”.
Lester, por su parte, se limita a comentar con Sandra que, para poder solucionar las cosas con Marta haría falta un milagro: “Yo lo he intentado, pero parece imposible. Lo hemos conseguido por momentos, pero luego parece que se nos olvida”. Sin embargo, él no tiene malas palabras cuando Barneda le pregunta sobre si ha olvidado a Marta: “No la voy a olvidar nunca, he estado con ella once años, pero obviamente, he cerrado el capítulo con ella. En el fondo le tengo cariño, es como si fuera un familiar que perdí.”
Tras abandonar la hoguera, la tensa calma se vuelve conflicto directamente. Lester le reconoce a Marta que ha estado en otros programas por ella, pero que en el caso de ‘La Última Tentación’, ella está aquí por él. “Tú no hueles ni la humedad de República Dominicana si no es por mí”, se defiende. Al llegar a la Villa, sus compañeros se sorprenden al ver que ya han empezado discutiendo al recordar los rincones de la casa donde hicieron cosas que pudieron dañar al otro: “En esa habitación me deshice de ti”, sentenciaba ella.