El juego de la sinceridad sirvió para que los habitantes de Villa Playa entendieran mejor sus emociones y qué les une o les separa de sus cuentas pendientes. Sandra Barneda les indicó que lo primero que debían hacer era mirarse fijamente a los ojos durante un minuto. Luego tenían que escribir en la espalda de su pareja el sentimiento que habían leído en su mirada.
Isaac fue el primero en hablar y se emocionó al dirigirse a Marina, a la que pidió perdón por todo el daño que le haya podido hacer. Los dos se pusieron a llorar, muy emocionados, y luego ‘Lobo’ habló directamente a su exnovia: “Te quise mucho, estuve enamorado de ti, no fingí nada. Pero al final la vida te manda por unos caminos y me duele muchísimo que lo hayas pasado mal por mi culpa”.
Marina aceptó sus disculpas y, aunque se creía sus lágrimas, no sus palabras. “Yo le perdono, él ha cogido su camino y yo el mío. Pero no puedo tener buena relación con él, no me sale. Lo siento”, dijo.
Pablo escribió en la espalda de Mayka la palabra tristeza. Ella aceptó que puede ser lo que siente, pero aun así está muy agradecida por tener a su exnovio en su vida. Pablo se puso a llorar al escucharla y los dos acabaron fundiéndose en un bonito abrazo.
Fani y Julián empezaron con muy mal pie ‘La última tentación’, pero a medida que han ido pasando los días han dejado atrás los reproches y han empezado a conocerse… e incluso han descubierto que se parecen más de lo que pensaban. “Cuando rompemos la barrera pienso que nos entendemos muy bien”, aseguró el cantante, que reconoció que en su reencuentro con la madrileña estuvo muy desacertado. Fani se emocionó cuando él identificó que ella es una persona muy sensible que se pone una coraza, pero que en el fondo es buena persona.
Marta fue la más fría durante el juego, como ella misma reconoció: “Todos se han puesto a llorar menos yo”. Pero aseguró que fue así porque no quería seguir derramando lágrimas por Lester. El canario sí que estaba muy emocionado porque había empatizado mucho con las intervenciones de sus compañeros y, al final, Marta cedió y le dio un abrazo.
Andrea no pudo participar en el juego porque se encontraba mala de la tripa. Se marchó a la villa a descansar, acompañada de Óscar.