La tensión desborda a Mila Ximénez, que se derrumba mientras sirve el segundo plato: "No está saliendo nada bien"
La tensión ha llegado al máximo cuando servía los riñones, que estaban fríos, a los comensales
Los chefs consiguen calmarla y que vuelva al trabajo
Mila Ximénez ha sido la anfitriona, junto a Antonio Montero, en el segundo programa de 'La última cena'. Pero la noche ha estado plagada de obstáculos para la colaboradora, que ha acabado derrumbándose por la presión.
Estaba sirviendo el segundo plato, unos riñones de cordero, cuando el comensal le ha dicho que estaba frío. Mila lo ha cogido y se ha dirigido a la cocina para calentarlo, pero una vez allí no ha podido aguantar más y ha roto a llorar. “Quería hacerlo bien, pero no hemos podido”, ha dicho, entre lágrimas.
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Los chefs Begoña Rodrigo y Sergi Arola han ido a hablar con ella para intentar calmarla y que pusiera en perspectiva todo lo que estaba ocurriendo en la cena. Begoña le pidió que cambiara el chip y siguiera adelante y Sergi Arola también le ha dado su apoyo: “La mayoría de programas de televisión donde se cocina no son en directo. Aquí cocináis en directo. Es muy difícil, porque cuando fallas también es en directo”, le ha dicho.
Al final, los chefs han conseguido animar a Mila, aunque ella ha seguido dándole vueltas a su actuación durante el cocinado: “Luego me he cargado el postre, me he cargado una paleta… No está saliendo nada bien”. A pesar de las adversidades, Mila ha seguido adelante.
Bronca de Lydia Lozano y Mila Ximénez
No ha sido el único momento duro de la noche para Mila Ximénez. La colaboradora ha protagonizado una monumental bronca con Lydia Lozano que ha acabado con ella dándoles plantón a todos y marchándose a su casa en plena cena.
Todo ha empezado por la mala valoración que Lydia ha dado al primero de los platos del menú, un arroz caldoso con pichón. En su opinión, el caldo era "como agua de calcetín", una expresión que, según ha explicado, significa que estaba muy líquido. Mila no se ha tomado nada bien este comentario.
Todo se ha enredado más cuando Lydia ha visto un vídeo en el que Mila insinuaba que los lloros de su compañera en 'Sálvame' siempre son a la misma hora, por lo que parece que están programados. Esto ha molestado tanto a Lydia que ha acabado por marcharse a su casa.