La pillada a Belén Esteban en pleno directo: "Tráeme un montado de calamares, que hoy no ceno"
Mientras probaba el primer plato, que no le gustó nada, Belén se levantó y se marchó corriendo
Belén Esteban recibió en un tupper el primer plato de la cena elaborada por María Patiño y Chelo García-Cortés. Su primera impresión no fue nada buena: “¿Esta es mi cena?”, decía, sorprendida, viendo la escasa cantidad de macarrones que había.
Una vez en su salón, se puso a describir lo que tenía en el plato: “Estoy viendo una hoja… un poco de queso rallado…”. Luego preguntó, no muy convencida: “¿Esto queréis que me lo coma?” A pesar de las reticencias iniciales, Belén se lanzó a comerse la cena... aunque su cara no dejaba lugar a dudas: no la gustaba nada. Todos los colaboradores se estaban partiendo de risa con los gestos de Belén. Pero el momento más impactante fue cuando se levantó de la mesa y salió corriendo de la habitación. “¡Ya, todo bien!”, dijo al volver. Belén volvió a probar el plato y lo resumió diciendo que, aunque “la esencia es buena, la pasta está dura, dura, dura”.
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Luego cambiaron de tema y volvieron a plató, pero Jorge Javier Vázquez conectó de improviso con la casa de Belén Esteban. La colaboradora estaba girada, sin los cascos y hablando por teléfono, completamente ajena a que el programa había vuelto a conectar con ella. “Cuando vengas a casa tráeme un montadito de calamares, porque hoy no ceno”, le decía a su marido, Miguel.
Cuando colgó, Jorge le pidió que contara a todos lo que acababa de ocurrir: “Te han pinchado la llamada”, le dijo, con sorna. “¿Qué llamada?”, disimulaba Belén Esteban. Luego, avergonzada, preguntó: “¿Se me ha oído?” Todos se partían de risa ante la sorpresa de Belén, que optó por acabar dienciendo la verdad: “He llamado a mi marido. ¿Se ha visto lo que he dicho? He dicho que me traigan un montado de calamares porque tengo hambre y no he cenado”. Parece que el menú de Patiño y Chelo no triunfó...
La reconciliación de Mila Ximénez y Lydia Lozano
El tercer programa de ‘La última cena’ ha estado marcado por la entrega de María Patiño y por las lágrimas de Chelo García-Cortés. Pero, además, hemos vivido el desenlace de un enfrentamiento que empezó hace justo una semana, cuando Mila Ximénez y Lydia Lozano tenían una monumental discusión en directo que acabó con Lozano dando plantón a sus compañeros y marchándose a casa.
Al poco de empezar el programa, Jorge Javier Vázquez ha hablado con las dos colaboradoras. A pesar de que los intentos de acercamiento que han tenido esta semana han sido del todo infructuosos, ‘La última cena’ ha conseguido que haya reconciliación. La primera en hablar fue Mila, que pidió perdón por algunos de los comentarios que hizo sobre Lydia. También valoró a su compañera como profesional y admitió que le gusta trabajar con ella.
Lydia Lozano usó también un tono conciliador y pidió perdón por haber abandonado la cena, contribuyendo así a aumentar el estado de nervios en que se encontraba Mila.
El amor-odio de Chelo García-Cortés y la chef Begoña Rodrigo
Begoña Rodrigo se encargó de guiar a Chelo durante el cocinado, pero la colaboradora acabó sacándola de quicio. Tanto, que Rodrigo se marchó del plató y no volvió hasta que Chelo fue a pedirle disculpas por su comportamiento.
Ambas protagonizaron otro de los momentos de la noche cuando Jorge Javier Vázquez le preguntó a la chef si Chelo había tonteado con ella durante el cocinado. Chelo se indignó mucho con esta insinuación y acabó haciendo un mal comentario sobre la chef.