Tras los devastadores efectos de la DANA, muchos comercios han tenido que cerrar debido a los destrozos provocados por los escombros que las riadas arrastraron en diversas zonas de España. Ante la previsión de un nuevo episodio de gota fría, la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha emitido una alerta roja para las provincias de Tarragona y Málaga, donde el riesgo de lluvias intensas y daños es especialmente alto. En respuesta, el Ejecutivo ha lanzado un comunicado en el que destaca que, "ante la aviso se puede NO acudir al puesto de trabajo". En 'La mirada crítica', Eduardo Bolinches, experto en economía, ha compartido su visión sobre la preparación del país para afrontar este tipo de contingencias.
"Si hablamos solo de números, nos damos cuenta que no hay nada que cerrar, hablamos de 264 mil empleos en los que sus puestos de trabajo han estado malogrados, en algún o otro grado", ha arrancado el economista. "Uno de cuatro empleados en la provincia de Valencia ha tenido su puesto de trabajo totalmente tocado por los efectos de la DANA", ha añadido.
Respecto a sobre cuanto puede afectar el cierre de grandes establecimientos de suministros, el economista ha comentado que "siguen habiendo personas desaparecidas, que hay muchas prioridades, y que hay cosas más importantes ahora". Bolinches ha destacado también el incremento en la temperatura del Mediterráneo durante el verano, una situación que, según él, contribuye a la intensidad de estos fenómenos. "Este verano hemos tenido el Mediterráneo a 30 grados, hacía tiempo que no veía esa temperatura; de toda la vida hemos tenido gotas frías, y en zonas tipo embudo, algo pasa", ha declarado, subrayando que esta no es una problemática nueva.
Bolinches ha resaltado la necesidad de establecer un protocolo de coordinación para futuros episodios de gota fría, ya que, estos seguirán ocurriendo. "Se han hecho muchas cosas mal, ha habido una cadena de errores", ha afirmado, y ha criticado la falta de responsabilidad política en estos casos: "Aquí no dimite nadie porque saben que le van a volver a votar, y a veces me autocabreo, pero ojalá esto marque un antes y un después", ha sentenciado.
Finalmente, Bolinches ha insistido en que es posible adaptar el trabajo sin necesidad de asistencia física: "La pandemia demostró que se puede trabajar sin ningún tipo de problema". Al concluir, ha mostrado su deseo de que las alertas fueran más frecuentes aunque fueran falsos avisos, como ocurrió en Madrid: "Ojalá fuese así siempre para ahorrarnos vidas humanas".