Primero 'buscas', ahora 'walkie-talkies'... Nadie esperaba que se fuera a repetir, pero las explosiones simultáneas afectan ahora a ‘walkie-talkies’ y otros dispositivos inalámbricos. El ataque masivo a miembros de Hezbolá ha hecho que todo el mundo llegue a plantearse si nuestros propios teléfonos móviles podrían estallar.
'En la mirada crítica' hemos consultado con Chema Gil, experto en seguridad y terrorismo, y con Manuel Huerta, experto en ciberseguridad si nuestros teléfonos móviles podrían ser utilizados para producir un atentado.
"En el pasado, no hace ni cinco años, ya intervino un teléfono Israel para el denominado 'ingeniero' y le volaron la cabeza cuando llamaba a su padre. Es cierto que algunos teléfonos han planteado problemas y en los aviones se guardaban porque podían dar problemas, pero eso no era una operación de inteligencia como ha pasado aquí", ha explicado Chema Gil.
Manuel Huerta, experto en ciberseguridad, nos ha explicado de manera clara y lo más sencilla posible, cómo se han podido hacer detonar estos dispositivos: "Es una intervención, no un error. No hay información suficiente para analizar si es derivado de la cadena de suministro o si hay otro tipo de tecnología. Esto invita a estar un tanto inquieto respecto a qué se puede hacer y qué no", ha comenzado.
Sobre si podríamos tener con los móviles una bomba de relojería en nuestras manos, ha explicado: "Hay mucha gente que duda que la batería pueda tener esa capacidad explosiva, pero tenemos antecedentes históricos como ordenadores portátiles con baterías defectuosas que han estado explotando y han causado víctimas. Hay un caso que una batería realmente pequeña como es la de un vapeador explotó y causó una víctima mortal. En una betería de un dispositivo electrónico más grande y haciendo ese forzado para que la batería estalle, no sabemos qué consecuencias puede tener. Lo único que se sabe es que accidentalmente hay determinadas baterías en dispositivos móviles que tienen capacidad explosiva. No es lo mismo intervenir un dispositivo que 5.000, eso es importante y sería complicado que no se identificasen".