Alejandro Requeijo, periodista que dio la exclusiva de la difusión del vídeo sexual por canteranos del Real Madrid: "Sabemos dónde está el origen, pero no dónde está el final"

Nuevo escándalo en el mundo del fútbol. Tres jugadores de la cantera del Real Madrid han sido detenidos y uno más ha sido llamado a declarar por difundir un vídeo, de carácter sexual, de una menor. 

Aunque la menor habría mantenido relaciones sexuales consentidas con uno de ellos, en ningún caso habría permitido que la grabaran. Los investigados, en libertad con cargos, han dejado sus móviles a los agentes para que vuelque el contenido de los mismos.

La madre de la menor denunció los hechos el pasado seis de septiembre

Este viernes 15 de septiembre, 'La mirada crítica' ha entrevistado en directo Alejandro Requeijo, que ha dado las claves sobre este escándalo: "La madre en su denuncia expone que su hija, de 16 años, ha tenido conocimiento de que el vídeo sexual de su hija está dando vueltas entre varias personas", explica.

Uno de los detenidos habría grabado el vídeo y luego lo habría difundido

Además, señala que los teléfonos móviles de los acusados son claves para aclarar este asunto: "Son la pieza clave de esta investigación y lo que va a determinar el alcance que tiene y cuántas personas lo vieron". Además, asegura que podría haber más jugadores implicados: a"En este tipo de investigaciones uno sabe dónde está el origen pero no dónde está el final. Hay otros precedentes de casos similares donde el vídeo se repartía en vestuarios de distintos equipos", ha explicado.

Uno de los detenidos habría grabado el vídeo y luego lo habría difundido

La Guardia Civil analiza los móviles de los jugadores

Los tres detenidos están en libertad con cargos. Junto con el cuarto joven que solo ha sido llamado a declarar, han dejado sus móviles a la Guardia Civil para el volcado del contenido y verificar la difusión de las imágenes.

Los investigados son un jugador del Real Madrid Castilla y tres del Real Madrid C. Todos son mayores de edad. Se pueden enfrentar a un delito de descubrimiento y revelación de secretos, que está penado entre tres meses y cinco años de prisión.