Los sensuales juegos de Alejandro con las solteras: "Hace tiempo que no me tocan"
A Alejandro no le gustaron nada las imágenes que vio de Tania en la Hoguera
Tania, en su Hoguera, ya estaba muy molesta con los comentarios que él estaba haciendo de ella
Darío prefiere no participar en los juegos de la Villa para que Sandra no se ponga celosa
Para amenizar las divertidas fiestas que celebran en las Villas de ‘La Isla de las Tentaciones’ a sus habitantes se les ocurren juegos para hacer subir la temperatura de República Dominicana entera. Lo pudimos ver en Villa Playa en una de las fiestas de los chicos.
Josué le vendaba los ojos a Alejandro mientras Nico preguntaba a las solteras que quién quería jugar con Alejandro. Las solteras levantaban la mano y se acercaban a él. La primera soltera se acercaba a él y le daba un besito en el abdomen. Él se reía y le parecía poca cosa: “Ha sido un besito, eso me lo da Josué”, comentaba.
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La segunda en acercarse a jugar con Alejandro era Diriany. La soltera le acariciaba sensualmente los hombros y el pecho. El novio de Tania comenzaba a ponerse nervioso: “Me estoy poniendo… Que hace tiempo que no me tocan”, confesaba.
La tercera soltera iba mucho más allá que sus compañeras y directamente le daba un gran lametón a Alejandro en su abdomen. En Villa Playa parecía gracioso, sin embargo, en Villa Paraíso, este acto hacía que se le activase la Luz de la Tentación. Las chicas, un poco acostumbradas a escucharla, decidían brindar y seguir con la fiesta.
Darío prefiere no jugar a esos juegos
Antes de comenzar con el juego, los chicos animaban a Darío a participar con ellos, pero el novio de Sandra lo tenía claro: “Yo no, yo no. No quiero”. Pero Nico le insistía: “Hermano, que no pasa nada”. Aun así, Darío declinaba jugar.
Hablando con una soltera, le explicaba los motivos de por qué no había querido jugar: “Yo sé que mi novia me ve hacer eso y le va a molestar”, decía. Una de las solteros le insistía en que Sandra debía verlo jugando con otras chicas sin que le pasase nada, pero no era un consejo que Darío quisiera coger.
“Si yo hago estas cosas, ¿tú crees que va a confiar en mí? Si yo tengo novia y hay algo que le va a molestar, procuro no hacerlo”, sentenciaba. “A mí los celos de Sandra… Ella me dijo que si me tocaban le iba a molestar. Ella es así y yo la tengo que respetar”, decía.