Rosario estaba muy preocupada antes de empezar la hoguera. Tenía muy claro que Álvaro había pasado los límites y la había sido infiel con Sabela, pero no era eso lo que la quitaba el sueño… sino el destino de la gata que tienen en común, Melocotón.
“Siento que cada vez estoy más lejos de Álvaro. Me estoy debatiendo entre lo que quiero hacer y lo que debería”, le contó a Sandra Barneda refiriéndose a su incipiente relación con Suso. Le echa menos en falta de lo que pensaba en un principio y eso le provoca una gran sensación de tristeza: “Venía aquí con una idea muy diferente”.
Rosario y Álvaro tienen una gata en común: se llama Melocotón y la adoran. Antes de entrar en ‘La isla de las tentaciones’ acordaron su futuro en el caso de que la relación terminase. “Si uno de los dos fallaba perdía a Melocotón y se lo llevaba el otro. Yo me muero. Melocotón para mí es un apoyo incondicional, cuando ve que estoy mal viene y me consuela”, relató la residente de Villa Paraíso.
Rosario vio en su hoguera lo que esperaba: a Álvaro besarse con Sabela. A pesar de que ya lo tenía asumido, acabó derrumbándose. Cree que su novio actuó de esa forma como venganza tras ver el acercamiento de la de Elche y Suso y consideró muy diferente la manera en que los dos habían hecho las cosas, aunque ambos acabasen siendo infieles: “No quiero parecer hipócrita. Yo también he pasado el límite, pero considero que lo he hecho diferente y él cuando ha hecho esto no sabía que yo había pasado ningún límite. Duele porque llevo muchos años con él”, expresó.
Álvaro también tenía más o menos claro que el tonteo de Rosario y Suso iba a continuar, por eso se quedó muy rayado cuando en sus primeras imágenes vio que, desde su punto de vista, su chica estaba poniendo distancia con el soltero.
Poco después sus sospechas se confirmaron: “Me duele porque son cuatro años de relación. Sinceramente, creo que estamos siendo unos estúpidos los dos. Ella en todo momento ha dicho ‘voy a dejarme llevar, no voy a pensar en él y esta experiencia va a ser para mí”, afirmó.