La despedida de las parejas de 'La isla de las tentaciones 3' era de por sí complicada. Pero si encima se decían 'adiós' con una discusión previa, la cosa se tornaba aún mas difícil. Era el caso de Manuel y Lucía, que arrastran serios problemas de confianza en su relación.
Habían pasado una noche separados cuando volvían a verse en el momento de tener que escoger a sus primeras citas. Lucia confesaba que casi no había dormido: "He estado nerviosa, como siempre. Pensando en él, en que no le podía hablar, en no saber qué estará haciendo. Nunca he estado separada de él. O he estado a ratos y lo llevo super mal. No me quiero imaginar cuando no lo vea nunca", decía.
Manuel compartía su sentimiento. Sin embargo, sorprendía el 'rapapolvo' que de repente le echaba a su novia. "Yo más que nada estaba preocupado por ella porque decía que tenía que estar mal y nerviosa. Pensando que en qué estaría haciendo. A mí el verla mal me crea una ansiedad que no me deja abrirme y ser todo lo feliz que yo quisiera ser en ciertos momentos. Porque mi felicidad a veces depende de la suya y así no podemos estar. Esto hay que superarlo de una vez porque este sinvivir no es bueno para nadie", soltaba.
"Relájate porque parece que me estás riñendo", replicó Lucía. "Riñendo no. Pásalo muy bien con los chavales pero no te quiero ver mal", le explicaba él. Pero ella no atendía a razones: "Yo voy a llorar y reír luego porque soy súper efusiva".
Manuel y Lucía acuden a 'La isla de las tentaciones 3' con el firme propósito de resolver la desconfianza que reina en su relación. Lucía perdonó a Manuel una infidelidad pero tiene "esa espinita" aún clavada. Por su parte, él asegura haber dejado atrás su pasado de "golfo".