Lola quería participar en 'La isla de las tentaciones' para poner a prueba a su novio Diego y comprobar que era capaz de no caer en la tentación. Sin embargo, lo que la novia del cantante nunca se imaginó es que sería ella misma la que tendría que superar el reto: Lola está cada vez más ilusionada con Simone.
"En la piscina estábamos a nuestro rollo pero porque tenemos ganas de conocernos más personalmente y en grupo no se puede. Hemos conectado, somos personas. ¿Qué hago? No puedo hacer otra cosa. Yo venía aquí a poner a Diego a prueba, no a mí. Yo estaba segurísima y ver que el reto lo estoy haciendo yo...Yo me dejo llevar por un abrazo pero luego pienso que no debería haberlo dado. Tengo miedo de acercarme a Simone pero no puedo evitarlo. Me siento culpable de lo que estoy haciendo", confiesa la participante.
"Lo que a Diego le falta hacia mí que tiene Simone es esa atención, yo tengo que ir detrás. Igual se ha acostumbrado. Necesito esa esencia de cariño para fortalecer la relación. A mi me encanta que me abracen, que me hagan sentir como una princesita. Suena típico pero me hace sentirme muy bien", explica.
"Me gusta mucho como nos miramos y nos reímos siempre. Me gusta mucho como me miras y que siempre estás con esa sonrisa estupenda", se ha sincerado el italiano. "La parte que más me gusta de ti es tu boca", le ha dicho ella. "Cuando estoy cerca de ti me sale siempre darte cariño", le ha asegurado el soltero. "Bueno, dame cariño, yo me dejo achuchar", ha aceptado ella.
Uno de los motivos que frena a Lola a la hora de dejarse llevar con Simone es perder a su perro Horus. "Yo a Diego le quiero mucho, pero si lo dejo con el por x razón no me voy a morir porque sé tirar para adelante sin un hombre pero el perro tía... si Diego ve algo que no le gusta va a quitármelo de golpea para hacerme daño porque es rencoroso y vengativo... se rompe una familia. Que hombres hay muchos, pero el perro...él solo es él", cuenta deshecha en lágrimas.