El el último programa de 'La isla de las tentaciones' pudimos ver cómo Lucía, en la hoguera de las chicas, se enteraba de la infidelidad de su novio. Manuel se había besado con dos de las tentadoras y con una de ellas, con Fiama, empezaba a tener gran complicidad.
Lucía, lejos de estallar, mantuvo la calma en todo momento y con mucha seguridad le explicó a Sandra Barneda que él quién más había perdido. Tras la hoguera, las chicas regresaban a la villa y compartían con los tentadores lo que habían tenido que ver de sus novios.
Era allí dónde Lucía se desahogaba y le explicaba a sus compañeros lo que había vivido:
"He reaccionado de una manera que no me esperaba, me he quedado muerta, no he llorado (...) Me quemaban en las manos las cosas de él, me las he arrancado y las he tirado a la hoguera (...) Con Fiama se le va a caer la picha a trozos, qué fatiga (...) Ese va a llorar sangre, acuérdate lo que te digo".
Contra todo pronóstico, la novia de Manuel mostró su cara más fuerte durante la hoguera de las chicas al descubrir la doble infidelidad del que hasta entonces había sido el hombre de su vida: "Yo sí que no voy a llorar más. Es patético, ya me lo había demostrado antes, pero ahora más. No me lo esperaba, yo estaba más tranquila hoy que en la otra hoguera. Lo ha hecho porque no tiene dos dedos de frente, porque no me quiere, porque es su naturaleza y porque no piensa en nadie, más que en lo que tiene entre las piernas".