Naomi Asensi ha sido uno de los grandes descubrimientos de la sexta edición de 'La isla de las tentaciones' a juzgar por los comentarios de los espectadores en las redes sociales. Su popularidad ha sido tal que ya acumula 280.000 seguidores en Instagram y roza los 375.000 en TikTok, siendo la chica de esta edición con más 'followers', a los que les ha confesado cómo se gestó su participación en el programa que le ha cambiado la vida.
"Yo estaba de viaje en México con una amiga y me llega un mensaje directo de una chica que me dice que le gusta mucho mi perfil y que me pregunta si me puede llamar. Yo le dije que me llamase cuando llegase a Valencia para que la llamaba no le saliera por un pastizal y ella aceptó, diciéndome que tenía algo que proponerme y que era algo relacionado con viajar", ha comentado la valenciana en un directo en TikTok.
En ese momento, cotilleó el perfil de Instagram de la chica que se había puesto en contacto con ella y vio que trabajaba en la televisión, por lo que sospechó que se trataba de una persona del equipo de 'La isla de las tentaciones', programa del que ella era muy fan antes de participar. "Enseguida até cabos y se lo dije a Adrián, pero él dijo que no nos iban a coger", ha añadido Naomi, que estaba en lo cierto, pues esa chica estaba buscando a gente que quisiera hacer el casting para participar en el programa con su pareja.
"Te mandan muchos test psicológicos que tienes que rellenar y luego otros test acerca de la pareja que hay que rellenar sin que la pareja lo vea. Después se hace una videollamada y, finalmente, si pasas todas esas fases, vas a Madrid a hacer el casting presencial", ha explicado la influencer, revelando a continuación que su perfil le encantó al director de casting, pero que Adrián Blanch no convencía tanto al equipo.
"Por eso en el casting yo le decía a Adrián, como veis en el vídeo, cosas de las machucas, porque ellos querían ver cómo sería en una reacción de tensión, ya que allí era todo amor", ha contado Naomi, que añadía que su novio no solo ha sorprendido a la audiencia con sus llantos desconsolados, sino a ella misma también: "Adrián no es tan sensible, no llora; de hecho, cuando nosotros discutimos, él es el que levanta la voz y yo la que se pone a llorar. La tensión de las cámaras y de la tele te hace cambiar tu personalidad".