Lydia sigue pasándoselo bien en ‘Villa Paraíso’, pero no quiere hacer daño a Manu, algo por lo que evita entrar en algunos juegos y dar un paso más con ningún tentador, en especial con Miguel, que es con el que más ha conectado desde el principio.
El tentador le está dejando el espacio que necesita Lydia, pero intenta a través del humor poder acercarse un poco a ella. Miguel comunica a sus compañeros que le apetece mucho una siesta con ‘Sor Dolores’, manera cariñosa en la que llama a Lydia, en la cama balinesa. Y tiene una idea de lo más divertida para intentar conseguirlo: “Ahora me pondré el traje de la temática romana y subiré a su habitación”.
Esto le parece de lo más divertido a sus compañeros, que revolucionan la villa para contar al resto lo que Miguel va a hacer, sin que se entere Lydia. “No puede ser esto de verdad”, dice ella cuando le ve llamar así a su habitación. “Soy el gladiador del amor y he venido a darte un masaje prohibido”, le dice él ya disfrazado.
“Salte para fuera y acompáñame a la cama balinesa. El gladiador del amor es lo mínimo que se merece, masajear esa espalda de terciopelo de la monja de ‘Sor Dolores”, dice él mientras van justos a la cama, donde por fin consigue su objetivo. Aunque Lydia le asegura que “solo ha dejado que se lo dé por la vestimenta”.