Cuando comenzaron su aventura en ‘La isla de las tentaciones’, Naomi y Adrián visualizaban un futuro juntos. Ella esperaba que él le mostrara respeto para al fin poder confiar en él, aunque todo se torció desde el primer programa.
Con el paso de los días, la situación únicamente empeoraba. Él se acercaba cada vez más a Keyla, a pesar de que en un primer momento eligió a Jennifer como favorita. Ella lo hacía con Napoli, rozando el límite de manera continua.
Finalmente, era Adrián quien caía en la tentación con Keyla. Su beso en la cama iba a marcar un antes y un después en la historia de la pareja. Cuando Naomi lo descubrió en la hoguera, supo que había sido el final: “No quiero estar con una persona así”, dijo entre lágrimas.
Lágrimas que, al volver a Villa Paraíso, se transformaron en deseo. Nada más llegar, y después de haber descubierto la infidelidad de Adrián, Naomi dejó de echar el freno con Napoli y se besó con el italiano en una de las camas balinesas del jardín. Su beso activaba la luz de la tentación en Villa Playa y a Adrián no le cabía duda: “Estaba más claro que el agua”.
Pero ese primer acercamiento tan solo fue el principio de lo que estaba por llegar. Naomi celebraba su cumpleaños por todo lo alto y, cuando parecía que la fiesta había terminado en la villa, decidía darse un baño en la piscina con Napoli.
Y de la piscina, a la habitación: “Quiero acabar la noche bien. Sé que si me voy sola a mi cuarto me voy a rayar, así que qué mejor compañía que Napoli”. Aunque, tal y como acordaron en un principio, se limitaron a besarse y a dormir.
Eso sí, el pacto no duraría mucho más y al día siguiente, en la hora de la siesta, la novia de Adrián y el tentador subían de nuevo a la cama y, ahora sí, daban rienda suelta a la pasión protagonizando su primer encuentro sexual bajo las sábanas.