David y María están viviendo una de las historias más fogosas de ‘La isla de las tentaciones’. Desde que se vieron por primera vez, ambos supieron que entre ellos había algo que resolver. Se conocían de antes de participar en el programa y, tras su reencuentro, ambos decidieron dejarse llevar.
Pronto cayeron en la tentación, rompiendo en mil pedazos el corazón de Elena. Pero, a pesar de ver a su novia destrozada, David decidió continuar viviendo al máximo la experiencia junto a la tentadora.
Atardecía en Villa Playa y David y María miraban juntos al mar. “Estamos en el p*** paraíso. ¿Qué quieres, que esté rayado? ¿Con esta pedazo de rubia en el paraíso como voy a estar rayado?”, decía él.
Ella se reía. Ambos se besaban, se abrazaban… “Gordito”, le decía ella. “Estamos muy bonitos”, añadía él. “Y pegamos mucho juntos”, seguía ella. Pero, lo que parecía estar siendo un momento en cierto modo romántico, cambiaba su dirección. Él aprovechaba para hacerle una pregunta acompañada de propuesta: “¿Esta noche también copulamos?”. Ella asentía y volvía a besarle.
Hacía días, las chicas tuvieron la oportunidad de enviar a través de un dron un objeto personal a alguno de los chicos. Entre todas tomaron la decisión de que fuese Elena quien tuviera la oportunidad de hacerlo. La novia de David decidió enviarle el objeto más importante que poseía y el que más significaba para ellos: su banda de Barbie.
Tras recibirla, David se concedía un momento a solas en su habitación. Banda en mano, y algo emocionado, parecía estar pensando en su novia. Pero María interrumpía el momento entrando a su cuarto y menospreciando el objeto de Elena: "Con todos los bordados esos... Qué canorrada. Es horrible".
La tentadora decidía quitársela a David de las manos y dejarla en la mesilla: "A tomar por cu** la banda". Y, posteriormente, ambos daban rienda suelta a su atracción una vez más en la cama.