Adrián se había sentido muy unido a Keyla desde que se conocieron en 'La isla de las tentaciones'. Con la aparición de la soltera en su vida, el novio de Naomi ha empezado a sentirse "confundido" entre lo que siente por su pareja y por la canaria. Entre bromas, Adrián y Keyla hablaron de su futuro juntos; y entre sus acercamientos, al final se ha producido la caída en la tentación que Adrián tanto había evitado.
El participante había llegado a sufrir un ataque de ansiedad en su segunda hoguera pensando que Naomi estaba avanzando con Napoli, el soltero italiano de Villa Paraíso. Pero lo cierto es que en Keyla ha encontrado un apoyo que ha ido cada vez a más.
En una de las fiestas de Villa Playa, Adrián le prometió a Keyla que iría a visitarla a Gran Canaria. Aún más: que nunca se iba a ir de su vida. Al final, acabaron en la habitación del participante, donde él le prestó el pijama con el que dormía todas las noches y donde su tonteo derivó en juegos en la cama y, por tanto, haciendo sonar 'La luz de la tentación' en Villa Paraíso. "Te digo yo que hoy se han liado", pensó Naomi al verla.
No lo hicieron, pero al día siguiente Adrián y Keyla imaginaron su futuro juntos mientras disfrutaban de una cita en el paraíso. Hablaron de boda y reconocieron que "entre broma y broma, la verdad asoma". Por la noche, Adrián le transmitió a la soltera que lo que está sintiendo por ella le hacía cuestionarse su relación con Naomi. "Creo que Keyla podría ser el amor de mi vida en otra vida", ha llegado a decir Adrián.
Fue después de un día maravilloso cuando la química y la complicidad entre Adrián y Keyla hizo que el participante traspasase uno de los límites más importantes para Naomi. Hasta ahora la participante de 'La isla de las tentaciones' ha llegado a ponerse al borde de la tentación con Napoli, pero "sigo demostrando que sigo eligiendo a mi novio", explicó.
Sin embargo, Adrián no ha podido resistir más la tentación cuando Keyla entró en su habitación. Los dos habían hablado de las ganas que tenían de besarse y lo mucho que se habían resistido. Keyla apagó entonces las luces... y acabaron dándose los besos que tanto habían esperado.