David se enfrentó a su segunda hoguera más preocupado por las imágenes que Elena vería de él que por las suyas. Había sido infiel a su novia con María, con la que ya había tenido sexo, y no podía quitarse de encima el sentimiento de culpa por lo que había hecho. Además, se sentía muy confuso porque, aunque la tentadora le gustaba, seguía queriendo mucho a Elena.
“Espero verla bien, pero es que creo que si ha visto imágenes mías besándome con María, puede que esté muy mal”, comenzó diciendo al comienzo de su hoguera. Pero cuando se le cayó el alma a los pies fue cuando Sandra Barneda le comunicó que esa noche no había imágenes de su novia para él.
“Seguro que está fatal por mi culpa. Te juro que no la quiero hacer sufrir, no soy buen novio (…) Yo la quería respetar, que confiara en mí. Ya la han fallado una vez y ahora la he vuelto a fallar yo”, respondió, llorando desconsoladamente.
David tenía muy claro que después de lo que había hecho, su relación estaba acabada: “Sé que nunca voy a poder estar con ella”. Reconoció sentirse “como una mierda” porque Elena es “una chica muy buena” que no se merecía lo que él la había hecho. Además, temía que estuviera sufriendo en Villa Paraíso por culpa suya.
Al acabar la hoguera, los chicos recorrieron el pasillo de antorchas camino a Villa Playa. David volvió a derrumbarse en ese tramo, en el se puso a gritar porque se temía lo mal que lo estaría pasando Elena (aunque realmente ella todavía no había visto sus imágenes, lo haría poco después).
Elena se temía que el acercamiento entre David y María habría ido a más, pero no se esperaba ver a su novio cayendo en la tentación como lo hizo. Incapaz de contenerse y totalmente destrozada, se fue de la hoguera llorando y gritando.