Claudia aterrizó en 'La isla de las tentaciones' muy segura de sí misma. Estaba convencida de que no se iba a sentir atraída por ningún chico, pero la llegada de Álvaro Boix a Villa Playa trastocó todos sus planes. En un principio no le llamó la atención, pero a medida que le fue conociendo y abriéndose con él todo cambió y empezó a gustarle. Tanto, que en una de las fiestas cayó en la tentación y se lio con él en la hamaca de la piscina.
Por si fuera poco, después decidieron dormir juntos y siguieron dándose cariño en la cama.
Claudia también tenía muchas dudas de su relación con Javi. Necesitaba que espabilara, que le diera su espacio y que, en general, la situación cambiase. Quería alegría y en los últimos meses lo que sentía era que la dinámica con su chico la agotaba. En el programa no vio un cambio en el comportamiento de Javi, por lo que las dudas y la atracción que sentía por Álvaro hicieron que acabara cruzando todos los límites.
Necesitaba pensar en ella, pero en la hoguera reconoció que no sabía si le compensaba por el daño que le iba a hacer a Javi, que no se lo merecía. “Soy una persona que me gusta estar feliz, me gusta encontrar el lado positivo de las cosas. Yo he intentado que Javi vuelva a ser quien es, pero es que no puedo. Me duele tanto porque le quiero tantísimo y vengo y hago esto… Es que lo voy a matar porque Javi me quiere por encima de todo, da su vida por mí. Y yo voy y hago esto, no se lo merece”, dijo, muy dolida.
Poco antes de que Claudia cayera en la tentación, Javi pudo ver cómo se comportaba su chica en Villa Playa durante 10 minutos. En ese periodo, la escuchó hablar sobre él y sobre su relación con Álvaro. Le expresó sus dudas sobre si iba a salir del programa con Javi de la mano y también reconoció que el exnovio de Rosario Matew le gustaba. Ver todo esto destrozó a Javi, que tenía claro que podía perder a su novia.