La última hoguera fue devastadora para Ana. Las imágenes de Cristian con María de los Ángeles hicieron que la concursante abandonara la grabación con una idea muy clara en su cabaza: ella quería volverse a Murcia. Nada podía pararla y, de hecho, Ana no volvió a la hoguera.
Con el objetivo de abandonar ‘La isla de las tentaciones’ en mente, Ana seguía su camino y llegaba hasta Villa Playa. Al entrar tan pronto y sola, todos los tentadores se imaginaban que algo grave había pasado. Ella iba directa a su habitación y ellos se levantaban rápidamente preocupados.
Ya en su habitación, Ana se disponía a hacer las maletas sin pensárselo dos veces a pesar de que sus compañeros trataban de tranquilizarla: “Se ha acostado con la tía y todo, me voy, de verdad, entendedme, jod**. ¡Que yo he apostado por él!”. Así que, una vez había recogido todas sus cosas, cogía la puerta de la villa y se marchaba.
En plena madrugada, concretamente a las 3 de la mañana, la presentadora abandonaba su habitación mientras dormía para ayudar a la concursante. Ella le preguntaba a dónde iba y Ana se mantenía en sus intenciones en pleno llanto: “Me voy, no me esperaba que me hiciera eso. Es muy difícil, me quiero ir a mi casa. Yo aquí ya no pinto nada, me he llevado una decepción muy grande”.
Sandra intentaba calmarla y le ofrecía sentarse juntas para hablar. Ha sido entonces cuando Ana se ha abierto contándole a la presentadora lo que sentía mientras no podía parar de llorar: “Él sabía que yo estas cosas no las iba a aguantar. Me ha engañado, no me ha querido en todo este tiempo”. Sandra la invitaba entonces a reflexionar el porqué de los actos de Cristian: “No me quiere, si me hace eso es que no me quiere”, le respondía ella.
Antes de terminar su conversación, Sandra le ofrecía una oportunidad: “Quiero que te lo pienses. Yo voy a convocar una hoguera de emergencia con Cristian, no tienes por qué acudir, va a ser tu decisión”.
Al finalizar su hoguera, las chicas volvían a Villa Playa. A su llegada, Ana ya había pasado por allí, había hecho sus maletas y se había marchado, algo que el resto de chicas aún desconocían. Han sido los tentadores los que les han dado la noticia: “Ha llegado llorando, ha ido a su habitación, ha metido sus cosas en las maletas y se ha ido”.