Las chicas se enfrentaban a una nueva hoguera. Cuando le ha llegado el turno a Laura, Sandra Barneda le recordaba la decisión que habían tomado ella y Mario tras su hoguera de confrontación: estaban dispuestos a llegar hasta el final y terminar la aventura con una relación fortalecida.
“¿Pondrías la mano en el fuego por él?”, le preguntaba la presentadora. “Quiero pensar que sí. Si después de las cosas que me dijo cae, no tiene nada de valor lo que siente ni lo que dice”. Laura esperaba verle pasándolo bien e incluso poniéndose a prueba, pero no llegaba a imaginarse que una vez más hubiera sobrepasado los límites.
Sandra le anunciaba que había imágenes de Mario para ella. Su novio y la tentadora aparecían en pantalla. Al ver como iban acercándose cada vez más a lo largo de la noche, Laura prefería no mirar y se echaba las manos a la cabeza: “Él entero es una mentira”.
Laura trataba de buscar respuestas en sus compañeras: “¿Vosotras creéis que le gusta?”. Claudia no dudaba en responderle con total sinceridad: “El problema es que te dice que no va a estar con una y llega y está con otra, ni si quiera con la misma, es muy fuerte”.
Después de escucharla y de analizar lo que acababa de ver, finalmente Laura expresaba lo que sentía: “Solo me gustaría no volver a verle la cara en lo que me queda de vida”. Inmediatamente después, la presentadora le adelantaba que eso no era todo, había más imágenes para ella.
Una vez más, ella creía haber visto ya suficiente y se negaba a seguir viendo las infidelidades de Mario. Pero la tablet se encendía de nuevo. Laura estaba totalmente desconcertada, pero sus compañeras le confirmaban que, en efecto, “se estaban liando”.
Después de ver todas las imágenes, Laura daba por finalizada su relación: “No me quiere en absoluto y no me ha querido en la vida”. Decía haber confiado en él y sentirse traicionada: “Me siento como una mierda. No tiene corazón, no tiene nada. Nunca me ha querido, no pienso derramar ni una lágrima más, no pienso aguantar esto más”. Sandra le preguntaba qué era lo que sentía por Mario: “Odio, rabia, asco, decepción”.