Villa Playa disfrutaba una nueva noche de fiesta. Todos bailaban juntos en el salón y de pronto algo llamó la atención de Claudia: Álvaro Boix, su tentador favorito, se separaba del grupo para hablar a solas con Ana, la recién llegada.
La pareja de Cristian se sinceraba sobre cómo llevaba el inicio de la aventura: “Quiero pensar que se va a comportar. Me da un poquito de miedo”, decía. Álvaro escuchaba y trataba de consolarla. Ella no ha podido evitar bromear: “Yo no quiero tríos, eh”.
Por su parte, Álvaro y Claudia continúan avanzando. Sus conversaciones pasan por películas favoritas y hasta por la manera en la que duerme la novia de Javi, que a Álvaro le despierta toda la curiosidad del mundo.
“Álvaro es un chico maravilloso, me hace reír, que es lo que necesito. Ha pasado por la situación en la que estoy yo y me siento muy a gusto con él”, confesaba Claudia al equipo del programa.
Lo cierto es que el tentador aprovecha cualquier momento para acercarse a Claudia. Tomando el sol, Álvaro le ha preguntado si estaría preparada “para cuidar toda la vida de Javi”: “Yo no puedo hacer eso, psicológicamente me agota. Lo hago porque le quiero, pero llega un punto en que no puedo”, le explicaba ella.
Llegaba la hora de la verdad. Las chicas tenían que decantarse por uno de los tentadores para disfrutar junto a él de la siguiente cita fuera de Villa Playa. Sandra Barneda daba paso a Ana: “Ha habido un chico en especial que es con el que más he hablado y ha sido Álvaro Boix”, decía. Él aceptaba, le daba un abrazo y reconocía que también quería conocerla.
Claudia se quedaba bastante seria y la presentadora le preguntaba el motivo: “La verdad es que yo también iba a elegir a Álvaro. Como tentación no veo a ninguno más, solo él. Así que yo lo pido igualmente y si puede ser…”. El programa concedía su deseo. Por primera vez, dos de las chicas iban a poder tener la cita con el mismo tentador.