Después de su tremenda bronca con Aurah a raíz de un comentario sobre los pechos de la canaria, Rebeca se ha enfrentado al espejo del alma, donde los concursantes desnudan sus verdaderos sentimientos. La cantante no ha vetado a nadie para ver su espejo, pero Aurah ha preferido levantarse y marcharse para no escucharla porque seguía enfadada (tras su discusión, ha abandonado el plató, llorando).
Rebeca ha comenzado su espejo haciendo referencia a esta pelea: “Quiero decir que a mí no me gusta hacerle daño a nadie y que, si lo he hecho, lo siento. Pero no creo que sean de recibo las cosas que Aurah también ha dicho contra mí”, han sido sus primeras declaraciones mirando su propio reflejo. Después, ha aparecido la primera palabra frente a ella: “Panellet”, que es el nombre de un bollo con el que cariñosamente la llaman sus seres queridos.
“Reconocimiento” ha sido la siguiente palabra y Rebeca se ha puesto a llorar recordando los logros que ha conseguido en su trayectoria como cantante. Ella es la mítica autora de ‘Duro de pelar’, tema con el que fue número uno y que “lanzó al estrellato a la música dance cantada en español”, como bien ha recordado.
Pero cuando Rebeca se ha roto de verdad ha sido al leer la palabra “maternidad”. Entre lágrimas, ha dicho que ella ya es madre, pero de su propia madre: “A mí no me ha dado tiempo a crear una familia. Se me ha pasado la vida cuidando de mis padres porque tengo con ellos una responsabilidad muy grande. He dejado relaciones sentimentales porque lo tengo muy claro, ellos son lo primero para mí. Si no puedo formar una familia, me da igual”, ha dicho, muy emocionada.
Por si no lo estuviera suficientemente, el programa le ha dado una sorpresa: ¡su madre ha entrado por teléfono en directo y ha podido hablar con ella! Rebeca no ha podido verla pero para los espectadores ha sido un placer volver a ver a Franciska, que se ha puesto a cantar un tema de Isabel Pantoja en pleno directo, además de decirle a su hija lo mucho que la quiere.