Debido al repunte de casos en la incidencia acumulada de coronavirus en España (antes del Black Friday y del puente de diciembre, España registraba 188 por cada 100.000 habitantes, la cifra más baja de toda Europa), tanto el Gobierno como la comunidad científica han mostrado una profunda preocupación por las próximas reuniones familiares que tendrán lugar en Navidad.
Para evitar la tercera ola del covid19 que podríamos vivir en enero como consecuencia de estas fiestas, los expertos del programa apuestan firmemente por los test caseros, los test que se pueden comprar en las máquinas expendedoras o las tiras de papel que analizan la saliva en España y que ya se están usando en otros países.
Sin embargo, para el doctor Tomás Camacho, no hay arma válida (ni test, ni medicamentos, ni nada) si no se controla y conoce el factor K, es decir, la capacidad de dispersión que tiene este coronavirus SARS.COV-2.
Para explicarlo, ha puesto el ejemplo de una reunión de directivos en Boston donde se contagiaron “100 o 200 personas”, que acabaron contagiando, nada más y nada menos que a otras 350.000. "¿Por qué se contagiaron más aquí y no en otras reuniones? ¿O por qué se contagia una ciudad y otra no con la misma densidad de población? Muchas veces depende del azar, y nada más que del azar".