Le destrozan la puerta de casa porque su trabajo en un hospital "ponía en peligro" a todos los vecinos
Los vecinos de Tina Rodríguez la han denunciado ante la Policía Local por "miedo al contagio"
A una ciudadana de Avilés (Asturias) le han destrozado a golpes la puerta de casa por el temor de sus vecinos a que su trabajo en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) pudiera suponer un riesgo de contagio para la comunidad entera. De hecho, la mujer ya había sido denunciada a la Policía Local por moverse por el edificio. Un ejemplo más de la insolidaridad y egoísmo de una parte de los ciudadanos que ha destapado la crisis del coronavirus.
Los hechos, según relata 'El Comercio', tuvieron lugar la semana del 29 de marzo. Tras decretarse el estado de alarma Tina Rodríguez tenía que compaginar sus quehaceres con la ayuda a su madre, que vive sola y no sale al ser persona de riesgo, y con el envío de comida a uno de sus hijos, que reside fuera del domicilio familiar. "Como no quería tener que salir todos los días opté por hacer grandes compras de alimentación y así preparar la comida para tres casas. Mi nevera se queda pequeña, por eso hice uno de la que tenemos en otro de los pisos del edificio, que es de la familia", explica Tina Rodríguez.
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Tras subir varias veces al séptimo piso -ella vive en el cuarto-, se presentaron en su domicilio agentes de la Policía Local. "Me explicaron que me había denunciado una vecina por miedo que contagiara el virus", lamenta. Tras explicar sus circunstancias a la patrulla estos le advirtieron que debía dejar de subir a la otra vivienda pues se arriesgaba a 600 euros de multa.
"Me quedé con la duda porque creía que lo estaba haciendo bien. Decidí llamar a la Guardia Civil para consultar. Si lo estaba haciendo mal no volvería a subir pero creía que no era así. Me dijeron que tenía razón y para asegurarme opté por llamar también a la Policía Nacional de Avilés y me dijeron lo mismo", narra la mujer, que finalmente recurrió a la Local.
Tras tener el visto bueno de los tres cuerpos policiales siguió subiendo al séptimo piso. Un día después tras dejar comida en la vivienda y regresar a su piso sintió "un gran golpe y gritos pero lo dejé pasar. Días después subí de nuevo y me encontré la puerta destrozada, le habían dado un gran golpe rompiendo el premarco y el marco".
Tras ese episodio y llamar a la Nacional volvió a recibir visita de la Local. "La vecina había vuelto a llamar. Bastante preocupación tengo yo como para tener que sufrir esto también. Pasa solo porque trabajo en el hospital, si no no habría ese miedo a que les contagia, pero soy la primera que tengo muchas precauciones". Desde entonces la vecina ha dejado de denunciar a la Policía pero "la tirantez continúa la oigo hablar tras la puerta".