Una sanitaria es denunciada por su vecina por miedo a ser contagiada
Los agentes avisaron a la mujer denunciada de que se arriesgaba a una sanción de 600 euros
Tina Rodríguez trabaja en el laboratorio del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) y sus vecinos de edificio lo saben, aunque no todos se lo han tomado bien. Uno de ellos decidió llamar a la Policía Local para denunciarla por moverse por el edificio ya que "había riesgo de que contagiara a la comunidad entera", explica a 'La Voz de Avilés' tras haber recibido en su casa dos veces a los agentes.
Los hechos tuvieron lugar la semana del 29 de marzo. Tras decretarse el estado de alarma ella tenía que compaginar sus quehaceres con la ayuda a su madre, que vive sola y no sale al ser persona de riesgo, y con el envío de comida a uno de sus hijos, que reside fuera del domicilio familiar. "Como no quería tener que salir todos los días opté por hacer grandes compras de alimentación y así preparar la comida para tres casas. Mi nevera se queda pequeña por eso hice uso de la que tenemos en otro de los pisos del edificio, que es de la familia", explica la sanitaria.
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La primera vez que subió al séptimo (ella vive en el cuarto) fue el 20 de marzo. Después de hacerlo tres veces, el día 29 se presentaron en su domicilio agentes de la Policía Local. "Me explicaron que me había denunciado una vecina por miedo que contagiara el virus", lamenta. Tras explicar sus circunstancias a la patrulla, estos le advirtieron de que debía dejar de subir a la otra vivienda pues se arriesgaba a 600 euros de multa.
"Me quedé con la duda porque creía que lo estaba haciendo bien. Esto era un domingo, el lunes al ir a Oviedo a trabajar decidí llamar a la Guardia Civil para consultar. Si lo estaba haciendo mal no volvería a subir, pero creía que no era así. Me dijeron que tenía razón y para asegurarme opté por llamar también a la Policía Nacional de Avilés y me dijeron lo mismo", narra la mujer, que finalmente recurrió a la Local. Tras tener el visto bueno de los tres siguió subiendo al séptimo. Al día siguiente, después de dejar comida en la vivienda y regresar a su piso, sintió "un gran golpe y gritos pero lo dejé pasar. Días después subí de nuevo y me encontré la puerta destrozada, le habían dado un gran golpe rompiendo el premarco y el marco".
Tras ese episodio y llamar a la Nacional volvió a recibir visita de los agentes locales. "La vecina había vuelto a llamar. Bastante preocupación tengo yo como para tener que sufrir esto también. Pasa solo porque trabajo en el hospital, pero soy la primera que tengo muchas precauciones", explica Tina Rodríguez. Desde entonces la vecina ha dejado de denunciar a la Policía pero "la tirantez continúa, la oigo hablar tras la puerta".