La última sesión del juicio contra El Chicle por el asesinato y violación de Diana Quer está siendo más tensa que ninguna otra. El padre de Diana, Juan Carlos Quer, ha sido expulsado de la sala por gritar: "Podría haber sido tu hija". Toda la sala ha reaccionado ante las palabras del padre de Diana, que durante las nueve sesiones ha mantenido una compostura absoluta, todos menos la persona a la que iban dirigidas, El Chicle, que ni se ha girado ante esta sentencia tan clara.

Habíamos visto a la hermana de Diana Quer, Valeria, irse de la sala llorando en los primeros días del juicio. A su madre, Diana López Pinel, enfrentarse con su padre para no sentarse juntos. Hasta ahora Juan Carlos Quer, que no ha faltado ni un día, sí había aguantado las sesiones. Pero hoy el juez le ha tenido que expulsar cuando ha gritado "podría haber sido tu hija".

Una vez fuera de la sala de vistas, Juan Carlos Quer ha pedido respeto ante estos momentos tan duros, tras nueve sesiones en las que ha tenido que oír la frialdad con la que El Chicle decía haber matado a su hija y como cada uno de los testimonios iba desmontando poco a poco la versión de José Enrique Abuín.

En esta última sesión se ha podido ver la reconstrucción de como el acusado dice haber matado a Diana. Un documento audiovisual en el que lejos de sentir pena se puede ver como El Chicle se ríe en sendas ocasiones y relata con una frialdad absoluta los hechos, que ha quedado demostrado que no se pudieron desarrollar según su versión.

A lo largo de la mañana Juan Carlos Quer ha querido perdón a través de su cuenta oficial de Twitter: "Pido mis mas sinceras disculpas al jurado y al magistrado, no pude contener el dolor". Tras este mensaje las muestras de cariño hacia la familia Quer y de repulsa ante el asesinato de Diana no han parado de sucederse.

Quizás la sesión de ayer, en la que los forenses explicaron cómo El Chicle mató a la joven, fue demasiado dura para un padre. Tuvo que escuchar que su hija se resistió con fuerza y que le hicieron mucho daño. Los distintos forenses confirmaron que la brida fue el arma del crimen y que para matar a la joven se hizo mucha fuerza durante al menos cinco minutos. No fue un accidente, según la autopsia.

Lo que los forenses no pudieron confirmar con total certeza es la agresión sexual. Los responsables de la autopsia admitieron que los genitales, al no poder analizarse, no revelaron que hubiera violación. El cuerpo estaba muy dañado tras más de 500 días en un pozo.

Sin embargo, otro forense que revisó la autopsia, el doctor Pampín si considera que había evidencias de agresión sexual "en los labios mayores de la joven", propios de una "fricción ejercida con mucha violencia". Ayer fue la primera vez que un experto apuntaba en el juicio que la joven si pudo haber sido violada.