El cirujano de Sara Gómez reconoce no tener título en cirugía plástica: le acusan de usar Tinder para lograr clientes
La juez acuerda la prohibición de salir del país del cirujano que operó a Sara Gómez, acusado de homicidio imprudente
El joven ha confesado a la juez que no tiene título de especialista en cirugía plástica
El padre de la joven desvela que contactaba en Tinder para conseguir pacientes
A su llegada al juzgado, el cirujano que operó a Sara Gómez de una lipoescultura tras la que falleció ha guardado silencio ante la familia y los medios. Hoy sí se ha presentado tras regresar de sus vacaciones en Chile y ha confesado a la juez que tiene un máster pero no tiene título de especialista en cirugía plástica. No solo eso, el padre de la joven fallecida, ha confesado en El Programa de Ana Rosa, que el joven contactaba por Tinder con posibles clientes. "Un cirujano que por redes sociales, en concreto por Tinder, hace amistad con una posible clienta, luego le hace entender que puede hacerle algunos retoques y que le puede mejorar su cuerpo, con eso se lo digo todo. Ese era uno de los modus operandi, por la red social Tinder, que es de contactos, con eso se lo digo todo", dice el padre indignado que reconoce que su hija nunca le confesó que fuera a hacerse una operación para no preocuparles, y que la última vez hablaron de lo bien que lo iban a pasar en Nochebuena y Nochevieja.
El padre considera que no toda la gente que va a hacerse una operación pide el título porque se considera lógico que "no puede un cirujano maxilofacial operar la extracción de un hígado o riñón, eso es lógico". Tampoco entiende que con la gravedad que presentaba su hija no fuera trasladada a un hospital con UCI de inmediato. Sara presentaba 27 perforaciones fueron letales.
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La titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Cartagena ha dejado en libertad al cirujano pero acordó la prohibición de salida del territorio nacional. La magistrada retuvo el pasaporte del investigado por homicidio imprudente, bajo el apercibimiento de incurrir en un delito de quebrantamiento o desobediencia en caso de no cumplir la medida cautelar impuesta.
La magistrada no le inhabilita porque eso está previsto tras la pena y no como medida cautelar
La magistrada no se pronunció sobre la inhabilitación del facultativo, como pretendía la acusación particular, al entender que una suspensión del ejercicio de la profesión solo está prevista en derecho penal como pena tras una condena (el auto cita concretamente las penas de inhabilitación absoluta y de inhabilitación especial del artículo 33) y, por tanto, no como medida cautelar, que además de proporcionales, han de ser excepcionales y subsidiarias. "A la salida del juzgado el cirujano ha dicho que pide perdón a la familia y que confía en la justicia".