La casualidad hizo que a Tomás Gimeno no le sorprendieran lastrando los cuerpos de Olivia y Anna al fondo del mar
El radar de Salvamento Marítimo recibió un eco de la lancha de Tomás y situó perfectamente la barca del padre de las niñas
Los investigadores saben que no había más barcos o lanchas cerca de la de Tomás que pudieran haberlo recogido para una fuga
El buque Ángeles Alvariño permanecerá en la zona de búsqueda unos días más
La búsqueda de los cuerpos de la pequeña Anna y Tomás Gimemo continúa en aguas de Tenerife. Aunque todos los implicados coinciden en que encontrar sus cadáveres en el mar es cada vez más complicado, así lo indicaba el delegado del Gobierno en Canarias.
Los puntos de búsqueda están perfectamente localizados. El barco Ángeles Alvariño lleva varios días en el punto en el que el móvil de Tomás se apagó bruscamente. La Guardia Civl tuvo el móvil de Tomás enganchado a las distintas antenas que hay en tierra y dan cobertura en el mar, y además también tenían el radar de Salvamento Marítimo que recibió un eco de la lancha y situó perfectamente la barca del padre de las niñas. De hecho, solo la casualidad hizo que a Tomás no le sorprendieran con los petates lastrando a sus dos hijas entorno a las 22.30.
MÁS
Por todos esos datos los investigadores saben que no había más barcos o lanchas cerca de la de Tomás que pudieran haberlo recogido para una fuga. El problema de no encontrar el cuerpo es que no se podría cerrar el caso y la incertidumbre para Beatriz sería terrible, siempre con la duda de si no logró huir. El móvil de Tomás se apagó al caer al mar, pero las especulaciones de si lo tiró antes de fugarse en otro barco, no se terminarían si no se encuentra el cuerpo.
Otro de los datos que la Guardia Civil siempre ha manejado es que Tomás volvió a puerto, creen para cargar su móvil y despedirse de su novia, de su padre y de sus amigos. Se arriesgó a que lo descubrieran cuando ya sabía que la Guardia Civil estaba al tanto del secuestro de sus hijas.
Le pudieron haber detenido en el puerto, pero nadie dio el aviso y solo le multaron
El agente de Radazul le había intentado convencer de que regresara. Pero él volvió al puerto y cuando le sorprendió la patrullera del Servicio Marítimo podían haberlo detenido. No hubo tal detención porque no se había dado aviso al puerto, solo le multaron por el toque de queda y otra vez por un posible error, Tomás esquivó la detención. En el puerto fue a comprar un cargador de móvil muy nervioso. Cargó el teléfono en la oficina del vigilante y cuando terminó, se dejó el cargador y salió huyendo. Los investigadores siempre pensaron que una persona que pretendiera huir y que necesitaba un móvil como fuera, no se habría dejado el cargador que acababa de comprar. Todos los datos apuntaban desde el principio a que Tomás se había suicidado.
El buque Ángeles Alvariño permanecerá en la zona de búsqueda unos días más
El buque oceanográfico Ángeles Alvariño permanecerá en la zona de búsqueda unos días más para continuar con los trabajos de búsqueda de Anna y Tomás Gimeno. Tras varias prórrogas de su permanencia en la zona de Tenerife, el buque, dependiente del Ministerio de Ciencia e Innovación, ampliará unos días más su despliegue para seguir con las labores de rastreo en la zona marítima marcada por los investigadores de la Guardia Civil.
De forma complementaria, la Guardia Civil está realizando las gestiones pertinentes en el ámbito civil para poder disponer de soluciones tecnológicas que permitan sustituir al buque en las labores de búsqueda.
Está previsto que el buque regrese próximamente al puerto de Santa Cruz de Tenerife, para realizar labores de mantenimiento del equipo. Este equipo, apto para trabajar hasta 2000 metros de profundidad, tiene una operatividad limitada para trabajos continuados.
La tarde del miércoles ha sido frenética con reuniones de las autoridades de los ministerios implicados por un lado, y la madre de Anna y Olivia haciendo una súplica para alargar la búsqueda en el mar de su hija Anna y de Tomás Gimeno. El Tribunal Superior de Justicia de Canarias ha explicado que la magistrada no tenía aun sobre la mesa un informe por escrito del final del rastreo, aunque este podría producirse en cualquier momento. La decisión de seguir o de parar el rastreo nadie quería tomarla.
Problemas con el robot
La verdad es que desde el viernes el Ángeles Álvariño ha tenido problemas con el robot y ha sido complicado completar la búsqueda que estaba prevista en 10 millas naúticas que engloban los dos puntos clave, donde Tomás Gimeno arrojó a sus hijas al mar y donde se tiró él, según creen los investigadores. Esta tarde discutían si debe prorrogarse o no en las condiciones en las que está trabajando el robot por encima de sus posibilidades. Pero cuesta ponerle fin sin haber encontrado a Anna y a Tomás. Sobre todo el cuerpo de Tomás o el cinturón de plomos que cerraría el caso al estar muerto el autor.