Potencia, consumo, ruido: los aspectos a tener en cuenta a la hora de comprar un aparato de aire acondicionado
Si no existe instalación previa, los aires acondicionados fijos son una buena opción
La potencia es un factor clave, y dependerá de la superficie que quieras climatizar
Cómo reducir la factura del aire acondicionado
A la hora de refrescar un espacio, no hay nada como la ventilación natural pero, en determinadas ocasiones y lugares, se hace necesario recurrir a aparatos de aire acondicionado para poder alcanzar una temperatura agradable. Es tradición que las ventas de estos aparatos se disparen durante el verano, y más aún en tiempos aún marcados por las distintas restricciones a la movilidad por el coronavirus. Por eso es importante preguntarse qué aire acondicionado debemos elegir para nuestras casas para tomar la decisión más acertada.
Qué aire acondicionado elegir para mi casa
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Si no contamos con instalación previa, los aires acondicionados fijos son una buena opción. Se trata de unidades exteriores que se colocan en la fachada, una terraza… y unidades interiores, que climatizan las estancias que deseemos. Suelen servir tanto para generar aire frío como caliente, y su emisión de CO2 suele ser inferior a la de otras alternativas. Además, podemos apagarlo y encenderlo de forma independiente en casa estancia.
Eso sí, al elegir uno de estos modelos es importante prever dónde instalaremos la unidad exterior. Es probable que debas pedir permiso a la comunidad de propietarios. Sea cual sea el número de unidades interiores, suele existir una única unidad exterior, aunque puedes instalar más de un sistema con menos unidades interiores.
Otro punto que debes tener en cuenta es la potencia, que dependerá principalmente de la superficie que quieras climatizar, pero también de su aislamiento, de su ubicación geográfica, etc. Cada estancia puede requerir distintas condiciones. Por ejemplo, tal y como explican desde Leroy Merlin , para enfriar una habitación de 30 m2 se necesita un aparato de 3.000 y 4.000 frigorías, o lo que es lo mismo de 3,48 W/h y 4,65 W/h respectivamente.
En cuanto al consumo de cada aparato, “una buena referencia es su etiqueta de eficiencia energética donde se especifica una estimación del consumo de energía que gastará ese equipo en un año”. En ella se detalla la clase energética, el modelo del producto, su clasificación energética, el dato del SEER (ratio de eficiencia energética estacional) o el dato del SCOP (coeficiente de eficiencia estacional) que indica la eficiencia de la función de calefacción.
Además, un factor muy importante es el nivel de ruido del aire acondicionado. La mayoría de estos equipos son muy silenciosos, pero para los amantes del silencio absoluto puede ser buena idea invertir un poco más para hacerse con un aparato más discreto. El nivel de potencia acústica en decibelios tanto de las unidades interiores (el símbolo aparece dentro de una casita) como de la unidad exterior (el símbolo aparece fuera de la casita) vienen recogidas en la etiqueta energética.
Por último, no hay que olvidar las funciones especiales de estos aparatos. Mandos a distancia, temporizadores, regulación de las velocidades y temperatura del dispositivo, sistemas inteligentes que aprenden tu temperatura ideal, reparto el aire en 4D… El detector de presencia, la programación horaria o la conectividad WiFi son algunas de las funciones preferidas por los usuarios.