Mareo, dolor de cabeza o fatiga visual: ¿cuáles son las señales que te avisan de que necesitas gafas?
Es frecuente que la falta de vista aparezca poco a poco y que pase desapercibida
Ante alguno de los síntomas descritos, lo mejor es acudir a un profesional y analizar la causa
Dolor de cabeza, fatiga visual, entrecerrar los ojos para 'enfocar'... son algunos de ellos
Puede parecer obvio pensar que nos daremos cuenta de que necesitamos gafas cuando no veamos bien, pero la realidad es más complicada que eso: la falta de vista suele aparecer de forma gradual y, en algunas ocasiones, no reparamos en ello, ya que nos acostumbramos a cierto grado de incomodidad.
Por eso no está de más preguntarse cuáles son las señales de que necesitamos revisarnos la vista y, tal vez, llevar gafas. También es importante descartar cualquier otra enfermedad asociada con la vista, o que presente síntomas que se manifiesten en este sentido. Toma nota de cuándo debes analizar tu vista para saber si necesitas gafas.
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Señales que avisan que necesitas gafas
Quienes han disfrutado de una buena vista durante toda su vida pueden pensar que la falta de vista es algo que no les ocurrirá jamás, pero lo cierto es que, incluso las personas con una visión más sana, suelen experimentar algunas dificultades a medida que se hacen mayores. Lo habitual es que notes que algo es distinto: un sobreesfuerzo mayor para enfocar ciertos objetos (bien de cerca, bien de lejos), dolor de cabeza, mareos, complicaciones para realizar la misma tarea visual durante largo rato...
Hay que tener en cuenta que, tal y como explica MásVisión, la pérdida de visión suele ser gradual, por lo que la persona afectada puede no ser consciente de ello hasta que se trata de un problema evidente. Sin embargo, retrasar el diagnóstico puede provocar que el problema empeore y que, en el camino, forcemos la vista y normalicemos una serie de síntomas e incomodidades que repercutirán en nuestro día a día y en la salud de nuestros ojos. El resultado es fatiga ocular, lagrimeo o dolor de cabeza, a medio plazo, y otros problemas más graves, a largo plazo.
En cuanto a las señales que indican que necesitas gafas, "es posible que notes una pérdida de agudeza visual al leer o al mirar el móvil, al trabajar con el ordenador o al visualizar carteles y señales lejanas cuando conduces." Estos son algunos síntomas frecuentes de la falta de vista:
- Experimentar visión borrosa de cerca. Es el síntoma más frecuente de falta de vista: verás las letras borrosas y te costará más trabajo que antes llevar a cabo tareas como enhebrar una aguja. En definitiva, será más difícil realizar tareas que requieran agudeza visual.
- Entrecierras los ojos al mirar algunas cosas. Este gesto automático es muy frecuente en caso de falta de vista. Intentamos así reducir la cantidad de luz ligeramente para enfocar mejor, pero cuidado porque, a largo plazo, podría parecer el estrabismo.
- Aumenta la frecuencia del lo dolores de cabeza. Cuando no vemos bien es normal que aparezca el dolor de cabeza, si bien éste puede tener que ver con otras muchas circunstancias. Si notas que los dolores persisten y se centran en las sienes y en la frente, es posible que se deba a un sobreesfuerzo de los ojos. Analiza si los periodos delante del ordenador o leyendo desembocan en este tipo de síntoma, y si desaparece o pierde fuerza cuando descansas la vista.
- Aparece la fatiga visual. Los ojos rojos o la sensación de ardor son claro síntoma de fatiga visual que, a su vez, se relaciona -aunque no de forma exclusiva- con la falta de vista.
- Estiras o encoges el brazo al leer. Si acercas o alejas un objeto para leer bien a la distancia esta y enfocar bien, es muy probable que necesites gafas.
- Necesitas más luz para ver bien. La falta de vista puede llevarte a necesitar más luz para leer o para apreciar los detalles de lo objetos que les rodean.
Si aparecen estos síntomas o parte de ellos, lo primero que deberás hacer es someterte a un examen visual con un óptico-optometrista que confirme de qué se trata. Así podrás saber qué ocurre exactamente con tu vista y si es necesario que uses unas gafas graduadas o lentillas. Además, si ya llevas gafas, es importante que revises tu vista una vez al año para comprobar si ha habido variaciones, así como permanecer pendiente a estos síntomas por si necesitas cambiar tus gafas y adaptarlas a tu nueva situación.
No olvides que, además de la falta de vista, existen otras patologías graves que solo se detectan con revisiones específicas, como el glaucoma o la degeneración macular (DMAE).