¿Por qué los mosquitos pican a unas personas y a otras no? La ciencia tiene la respuesta
Existen razones científicas que explican por qué ciertas personas traen más a los mosquitos: la emisión de dióxido de carbono es una de ellas
Además, la presencia de ácido láctico atrae a estos insectos, por lo que las personas altas y las mujeres embarazadas son un blanco mejor
Los mosquitos también se sienten más atraídos por unos grupos sanguíneos que por otros, y lo mismo se aplica a los colores
Con las altas temperaturas es normal que proliferen los insectos y, entre ellos, los mosquitos son tradicionalmente uno de los visitantes más molestos del verano. Basta con que uno de ellos invada nuestra habitación para que la noche se convierta en toda una pesadilla de insomnio si no logramos acabar con él. Es más, a veces su presencia (y su molesto sonido) puede resultar más nocivo para nuestra salud que su propia picadura, aunque no siempre es así: determinadas especies de mosquito pueden resultar altamente peligrosas.
Afortunadamente para algunas personas, la presencia de compañeros de estancia con determinadas características físicas diferentes puede permitirles librarse de picaduras, ya que estos insectos preferirán la sangre de su compañero o compañera de descanso. ¿Por qué los mosquitos pican a unas personas y a otras no?
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El motivo
Puede que no lo supieras, pero en el mundo existen más de 3.500 especies de mosquito y, de ellas, solo unas 200 se alimentan de sangre humana. Su reproducción es más sencilla y eficaz durante los meses de calor: de ahí que proliferan en verano y que su presencia aumente a medida que lo hacen las temperaturas.
En cuanto a por qué los mosquitos pican a unas personas y a otras no, estos insectos se sienten atraídos por el dióxido de carbono y el ácido láctico que exhalamos al respirar o al sudar. Como resultado, suelan picar en mayor medida a los adultos que a los niños (porque los primeros emiten más dióxido de carbono que los segundos), así como a las personas altas y a las mujeres embarazadas (ambas emiten más ácido láctico).
Los mosquitos también se sienten atraídos por las altas temperaturas, sobre todo cuando vayan acompañadas de humedad, así como por el olor de las bacterias que desprendemos. Su olfato es muy bueno y lo utilizan para identificar las mejores zonas en las que picarnos para llevarse la sangre que necesitan, y una de sus zonas preferidas son los pies y los tobillos.
Además, es posible que también exista un factor genético: un estudio con gemelos realizado por la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres asegura que el hecho de que seamos o no un imán para las picaduras de mosquito tiene mucho que ver con las moléculas que contribuyen a nuestro olor corporal. En este sentido, las personas que no atraen a estos insectos podrían emitir una especia de 'repelente natural'.
Hay quien asegura que también existe relación entre el grupo sanguíneo y el grado de atracción de los mosquitos hacia determinadas personas. Un estudio dado a conocer en 'Journal of Medical Entomology' mostró que los mosquitos pican dos veces más a los sujetos con tipo sanguíneo 0 que a quienes tienen sangre del grupo A. Por su parte, las personas del grupo sanguíneo B estarían a medio camino entre ambos.
Por último, parece que los mosquitos se sienten más atraídos por unos colores que por otros: el negro y el rojo serían sus favoritos, mientras que el amarillo o el verde se encontrarían en el extremo opuesto.