Fin a los bufés libres y a las jarras de agua comunes: la nueva normalidad tras el coronavirus
La restauración tendrá que adoptar nuevas medidas tras el COVID-19
La realidad tras el coronavirus no será como la conocíamos
La vida tras el coronavirus no volverá a ser igual, tal y la conocíamos, hasta al menos dentro de un largo periodo de tiempo. Esta circunstancia parece que ya ha sido asumida por la mayoría de la población, incluidos los empresarios, que buscan alternativas para que esta nueva realidad se adapte a sus servicios.
La restauración, el turismo, el ocio, todos los ámbitos tendrán que adaptarse a un nuevo modo de vida en el que se pueda garantizar el distanciamiento social y se limite al mínimo el riesgo de contagios por COVID-19. Así, en Australia, están comenzando a estudiar las medidas necesarias para comenzar su fase de desescalada.
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El país, que supera las 6.000 personas contagiadas, trabaja ya en planes para reiniciar las actividades deportivas y la vuelta al trabajo, mientras hasta el momento tienen impuestas restricciones hasta el próximo 11 de mayo, según recoge Daily Mail.
Uno de los sectores que más medidas tendrá que tomar es el del sector servicios, con la restauración y el turismo en el punto de mira para poder ofrecer sus productos sin riesgo para los clientes. Así, el director del 'Tourism Accommodation Australia', ha asegurado que se implementarán medidas que cambiarán el ocio como lo conocíamos.
Los bufés libres de comida no abrirán sus servicios, y se optará por muchos más servicios de habitaciones individuales para servir los alimentos. Además, hay que eliminar cualquier riesgo de contagio en elementos comunes como jarras de agua, menú plastificados o incluso los interruptores de luz o pomos de puerta.
Por todo ello, los hoteles y el sector turístico tendrá que comenzar a tomar medidas para garantizar ese distanciamiento social necesario, que harán que, al menos durante los primeros meses, no ofrezcan sus servicios habituales.
En España, la reapertura del sector turístico debe hacerse con "total seguridad"
La vicepresidenta cuarta y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha indicado que en España buena parte de la actividad económica depende del turismo, y ha añadido que la reapertura de estas actividades tendrá que hacerse con "total seguridad" porque este sector requiere de la "confianza" tanto de los turistas internacionales como de los nacionales.
Durante su comparecencia en Moncloa, tras la reunión del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con las comunidades autónomas, Ribera apuntó que es cierto que Baleares y Canarias, con un gran peso del turismo, tienen mejores datos epidemiológicos, pero precisamente es así porque "han cerrado sus puertas a la movilidad".
"Tenemos que resolver algunas preguntas relacionadas con cómo reactivar el sector hotelero y turístico con una movilidad que está limitada y sabiendo que tiene que ser con total seguridad", reiteró Ribera, tras asegurar que le consta que las patronales del sector y la ministra del ramo, Reyes Maroto, están trabajando ya en lo que significa el "turismo seguro".
Según Ribera, la intención del Gobierno es ir "liberalizando" todas las actividades relacionadas con el sector turístico de manera gradual y siempre en condiciones de seguridad porque se trata de un sector "absolutamente fundamental" para España, tanto por su peso en el PIB como en el empleo.